Word es un procesador de textos que tiene una aceptación internacional. Su formato es común a nivel mundial y, por tanto, es habitual que gran parte de los trabajos que impliquen texto sean aceptados en este entorno. Esto incluye gran cantidad de tareas que tienen que ver con nuestro ámbito profesional, como ocurre con trabajos como informes, cartas de presentación, redacción de memorandos y otros tantos ejemplos. Su aplicación puede tener nexos de unión con todo tipo de variantes profesionales, pero es especialmente importante en algunos trabajos concretos, como la redacción de artículos para diarios digitales. Veamos cuál sería el proceso para crear uno de estos artículos y qué puede aportarnos esta aplicación de Microsoft.
Tal vez muchos piensen que esta situación no va darse en su vida cotidiana, pero hay que tener en cuenta que todos somos, en cierta medida, expertos en aquello que hacemos habitualmente para ganarnos la vida, por lo que no es tan improbable que, en alguna ocasión, surja la oportunidad de redactar un escrito pedagógico sobre aquello que dominamos. Si bien es cierto que este apartado está más dedicado a periodistas, opinadores o copywriters, cualquiera puede acabar redactando sobre una materia en concreto en la que otros puedan tener interés.
Comenzando a redactar
Elegir la temática del artículo es, obviamente, una tarea que puede llegar a ser intrincada, siempre y cuando no la tengamos de antemano por petición del diario al que escribimos. Lo más habitual es que se trate un tema de actualidad, ya sea porque esté relacionado con un acontecimiento o noticia reciente, o porque sea una tendencia del momento. Por ejemplo, el mundo de los eSports y su auge actual es algo que muchos digitales están tratando en estos días. La redacción de un artículo sobre este tema empieza por una completa búsqueda sobre esta disciplina y sus géneros, así como cuáles son los juegos que más en boga están. Para poder trasladar la importancia de este fenómeno, es adecuado buscar parámetros y variables que den relevancia a su pertinencia: si hablamos de uno de sus máximos exponentes, Valorant, podemos citar el seguimiento multitudinario de sus eventos y el reflejo que éstos tienen en las redes sociales o en los portales de pronósticos que cubren las competiciones de Valorant; así como las cifras de ventas de este título desde que triunfa en los deportes electrónicos.
Es de vital importancia realizar una introducción adecuada. Pero antes de eso, hay que elegir un buen título, que glose la orientación del artículo, pues este aspecto atraerá (o no) la atención del lector. Este título puede complementarse con lo que conocemos coloquialmente como “entradilla”, es decir, un texto un poco más largo, después del título, que desarrolla con pocas palabras lo que vendrá en el artículo y da pistas sobre el concepto que tratamos. Es interesante poner esta “entradilla” con cursiva para diferenciarla del resto. Tras esta herramienta, vendrá la mencionada introducción, donde enunciaremos los conceptos básicos para orientar al lector. Por ejemplo, en el contexto propuesto de los eSports, sería interesante definir qué son y dar algunos datos sobre su relevancia en el mundo actual; como exponer que hoy tienen más de 500 millones de espectadores al año en el mundo.
Dar un formato que ayude al lector
El cuerpo central del artículo tiene que dar una información veraz, completa y que siga la argumentación del título. Es hora de adentrarse en materia. Llegar al detalle y acompañar las afirmaciones de datos concretos. Por ejemplo, podríamos comparar los datos de los eSports con los de otras disciplinas deportivas o realizar una enumeración de los eventos más seguidos y las tendencias que esto indica. Algunas de las conclusiones pueden insinuarse en este punto, aunque este apartado es algo que deberíamos dejar para el final, una vez expuestos todos los datos en el orden que consideremos adecuado. Finalmente debemos realizar uno o dos parágrafos para las citadas conclusiones, para un resumen de lo expuesto y para los posibles conjeturas que nos vienen a la cabeza, según nuestra experiencia; por ejemplo, cuál puede ser la deriva futura, siguiendo el caso que hemos elegido, de los eSports, si veremos cambios en el futuro o si su progresión será ascendente o se estancará.
La lectura debe ser clara para el usuario. Y agradable. Esquematizar, hasta cierto punto, es interesante para facilitar dicha lectura. Los “Subheads” o títulos secundarios ayudan a separar el proceso y orientar mejor al lector. De la misma manera, la negrita para los aspectos principales permite al que acude al texto a hacerse una mejor idea de lo que estamos tratando y a formarse su propio esquema mental. La inclusión de algunas imágenes relevantes también es un recurso muy favorecedor para el resultado final. Aburrir al lector no es una opción si queremos transmitir unas ideas que le sean útiles, por lo que vale la pena pensar qué nos gustaría a nosotros encontrarnos si buscamos información sobre un tema concreto.